Aquí todos están atrapados en la soledad,
guardando la felicidad en una vajilla rota.
Aquí, la tristeza de las paredes desnudas
ha aprendido a absorber a las personas.
Aquí en cada alma hay silencio,
y está condicionado por el hecho de que
la vida les ha sido dada
para consagrarla al vacío.
Hojeando las páginas de un cuaderno,
sumergiéndome en los motivos de las escenas,
trato de no perderme
entre las paredes desnudas.
Y ahora, un rincón abandonado
está listo para recibirnos en su abrazo.
Tal vez, nos sirvamos mutuamente
con nuestra presencia en lugar de palabras.
Aquí, la tristeza de las paredes desnudas
permanecerá en las personas para siempre,
pero te llevaría conmigo
y te protegería de los destinos rotos.