Palmeras

Columpiándose en la arena para ver el ocaso, arman una algarabía de palapas las palmeras.

La brisa bromea a ser lluvia con ellas.

Los pájaros al pernoctar le enredan hilos de sombra.

Las olas traviesas intentan amedrentarlas lanzándoles copos de espuma.

Chispas de la tarde crepitando en el horizonte salpican sus hojas.

¿A quién esperas melancólica palmera, mirando atenta la lejanía?

¿Acaso, girasol del mar, vienes a darle adioses a tu amor imposible, que se aleja en su corcel de agua dejando una polvareda de colores?

Calma, hermosa palma,

ya vendrá mañana por el oriente, con su deslumbrante porte y su beso de luz y vida, a tomarte del talle para bailar un tango exquisito y tibio, con su ritmo presentido.

Espera,

compañera palmera,

te acompaño:

volvamos la vista hacia donde nace el sol.

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Qué bonitas las palmeras!!
Y qué bonito como lo describes…un placer pasear por tus letras…abrazos🤗

Una delicia de poema! Me encantó!
Seguiré leyéndote, sin duda.
Saludos, Jesús!:heart_eyes: