Brujitas caminan entre los almendros
y los rayitos lunares que juegan en el río.
El duende canta jondo
y la brisa con olor a manantial,
danza con su traje de faralaes.
Nocturno baile de música y estrellas.
Ojos negro azabache.
Piel canela y sabor a lumbre.
¡Déjame una ratito más en este hermoso sueño,
déjame que baile y cante hasta el alba¡
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2.07.2018
¡oh!, ¡pero qué cosita acabo de encontrar! Me ha encantado leer ese símbolo de identidad tuya (me chiflan tus “trajes de faralaes”, llevan la marca “Horten soñadora”). Me he imaginado una escena con diminutos, sería un “mini amor brujo entre duendes”