Le corrió una lagrima por su mejilla y amaneció una tímida media sonrisa.
Era la única forma, que le quedó de decirme te quiero.
Hay palabras que llenan el corazón sin pronunciarse.
Maldita sea, maldito Alzheimer.
Le corrió una lagrima por su mejilla y amaneció una tímida media sonrisa.
Era la única forma, que le quedó de decirme te quiero.
Hay palabras que llenan el corazón sin pronunciarse.
Maldita sea, maldito Alzheimer.
Hay más sentimiento y más fuerza poética en estas líneas que en una obra dramática de cien páginas. Saludos.
Maldito! …