Un país sin habitantes,
un prostíbulo ambulante,
permanente y suicida.
Un país de desertores
de ladrones sin condenas,
un país sin tradiciones,
rendido a cuentas ajenas.
Un país aborrecido,
de lo que es, lo que ha sido,
vaciado, saqueado.
Dormido ante iluminados
que miran para otro lado,
convidándonos a guerras.
Un país despellejado
en el odio por bandera,
ceguera que va alumbrando,
malpariendo, acostumbrando.
Un país en alpargatas
como herencia permanente,
laboratorio de ratas
con coronas y corbatas,
viviendo de sembrar peste.
Un país acartonado
que mutila sin piedad
la conciencia, la verdad.
Un país para pinochos,
indecente sin fronteras,
bestias del reino animal,
con Lisístratas baratas.
Un país timado a pulso,
dividido en su placebo
de sujetarnos el miedo,
a perder lo que tenemos,
ciudadanos prisioneros,
el hambre ganada en urnas,
alimentada a desechos,
la cultura, burla pura;
la ley una contingencia,
modificada según
en el aliño convengan.
Un país plano y castrado,
de pan, circo y mamarrachos
que van chupando la sangre
del que trabaja a destajo.
Un país de casta vasta,
que dispensando cianuro,
a la cicuta hacen buena;
aborregados y lentos,
somos en su experimento,
carne picada barata…
Un país donde los perros
han ganado más derechos
que el dueño que los pasea…
Un país que no despierta,
a hemorragias de promesas;
Harakiri solidario
fermentando la paciencia
del pueblo harto y cansado,
gobernados por bastardos
de los pies a la cabeza.
Tal veneno en sus semillas,
que podrida la cosecha,
agradecemos capones,
ya no existen condiciones,
un plato caliente al día.
Un país con veinte lenguas
para llamar a las piedras,
pero las piedras no atienden.
Un país que tele enferma,
que niega ser lo que es,
en resumen, un gran puzle,
diseñado para que le falten piezas
y comiences otra vez.
Cerdos de la misma dehesa,
ayudados a buen pienso
que fue convertido el pueblo…
que va pidiendo en silencio
os llegue vuestro San Martín,
podemos cambiar la fiesta.
O de hogueras por San Juan,
donde se quema lo malo,
quedando acaso lo bueno.
Un país para quemarlo,
solo con vosotros dentro.
Pedro... de momento. Junio de 2023