Me miras con tus ojos cansados
diciéndome aquello que es tu último deseo.
No lloro, porque siempre me quisiste fuerte
y yo al menos eso te debo.
Padre hermoso de ojos infinitos
que me heredaste tus ojos dormidos
hombre sabio, luz de cielo
ejemplo de vida humilde y sereno.
Sentada contigo mis horas amargas
siempre recibieron consuelo
y las más felices una larga fiesta
llena de risas a corazón pleno.
Tu mano en mi rostro, tu abrazo eterno
tu búsqueda siempre de lo fraterno
han sido mi ejemplo modesto y sencillo
una guía silente invocada al viento.
Y hoy todavía me muestras tu fuerza
diciéndome entero que estas sintiendo
que tus brazos me acunan como aquellos días
en que en ellos curaba todos mis desvelos.
Has sido maestro no solo en tus clases
si no que en cada minuto de todo tu viaje,
entregando carino, entregando tu vida
a cada alumno que educaste.
Ahora que ves que se acerca tu hora
tu alma templada la siento serena
porque en el ocaso de una senda hermosa
hay una promesa de una vida eterna.
A mi Papito que no solo fue mi padre si no padre de corazón de tantos alumnos. Este domingo es el día del Padre en mi país. Un saludo para todos los papás del mundo.