Oye al silencio

Oye al silencio
y escucha lo que dice
sobre los niños.

Es como envidia
que sale de sus labios
por su alegría.

No te entristezcas,
son celos infundados
por las sonrisas.

Oye al silencio
murmura del pasado
y los recuerdos.

Tiene añoranzas,
extrañas sensaciones
de viejos tiempos.

Pero que siga
viviendo en su retiro
y no moleste.

Oye al silencio.
Quizás no escuches nada.
Estate atento.

Y es que el silencio
es parte de ti mismo
y va contigo.

Pero si puedes
escapa a sus palabras.
¡Vive la vida!

Rafael Sánchez Ortega ©
14/09/21

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