Despierto en una madrugada vacía
y mañanas de silencio a voces,
en esquinas sin risa
y besos arrinconados
donde sólo habita el desarraigo
y la pérdida;
ahí caen todos los edificios
donde he vivido
y se acumulan los rostros
de cada sonrisa
que guardé al marcharme
y siguen conmigo;
y hoy he vuelto al hogar
que nunca pudimos retener,
a ese que siempre huele
a la inocencia y felicidad
de cuando aún no sabíamos
que la muerte existía.
Uff que bonito!!!, no tengo palabras para describir la ternura de tus sentidos versos y de la eternidad de esa instantánea, y piensa que el tiempo que le dedicaste es tu mayor consuelo y tu amor generoso más generoso y único amiga!!!
El amor no lo repara el tiempo, lo detiene, pero hay que saber gestionarlo; fugarse de uno mismo es imposible, hay que amar manchando todo, impregnando la verdad. Esos versos que citas: “De cuando aún no sabíamos que la muerte existía”, te darán la fuerza suficiente. Pelea compañera porque la realidad, supongo que sin aviso, llamó a tu puerta.
El verso, tus versos, ha surcado mis mejillas. Un saludo.
ahí caen todos los edificios
donde he vivido
y se acumulan los rostros
de cada sonrisa
que guardé al marcharme
y siguen conmigo;
.
y hoy he vuelto al hogar
que nunca pudimos retener,
a ese que siempre huele
a la inocencia y felicidad
de cuando aún no sabíamos
que la muerte existía.
“cuando no sabíamos que la muerte existía…” benditas esas épocas llenas de candor en que se siente que la vida es infinita, la nuestra y la de nuestros seres queridos
!! todo todo muy hermoso en este escrito, maravillosa tu foto !!
Gracias, mi Walla… es que a pesar del dolor, si cierro los ojos sólo veo su sonrisa y escucho cómo me canta “Las mañanitas”… y aún caen lágrimas de emoción…mi persona favorita ya no está, y le escucho en mi memoria decir “Adelante!”
Gracias, Minada bonita… y sí, pude estar con el en sus últimos días y él sabía quién era yo… el mejor regalo de despedida a pesar del dolor de ver cómo se marchaba. Gracias de corazón
No gestiono muy bien la pérdida en verdad, pero llegó su momento y así lo entendí… pero sí, el amor no lo repara el tiempo… Gracias por la fuerza que me escribes, me la guardo, compañero. Gracias!
porque tienes un corazón muy grande, mi Duque, mucho.
La foto es de un mes antes de que me llamaran que estaba en el hospital… Ahora Málaga tiene otro color para mí, y me es aún más familiar.
Sí lo es, aunque lo echo tanto de menos, María mía… además de mi padre, él era y es mi persona favorita… él sabía todo de mí sin que yo le contara… me falta su risa, su voz, su consejo y abrazo sincero… quizá suena extraño al ser mi padre, pero si existen las almas gemelas, él siempre fue la mía. Gracias por leer entrelíneas y verme…