Es el tiempo perpetuo,
ora cruel ora tierno,
y el otoño agoniza
cuando nace el invierno.
Agotada la sombra
da estafeta a la luz,
y ella sigue su curso
que culmina en la cruz.
No te enfades dios mío
si es que peco de hereje,
que tan sólo concibo
que del todo eres eje.
Compadece a este ciego
que se alegra y que llora,
en la fiesta profana
que sin verte te adora.
Un placer volver a leerte Lauro Arturo. A veces los ciegos son los que ven más clara la realidad
¡Magníficos heptasílabos!
Un abrazo.
Andrés.
Nota: se infiltró una “v”, al final.
Gracias amigo, linda reflexión.
Saludos cordiales
jaja, gracias por la corrección. Un saludo.
Inmenso siempre tus versos.
Un abrazo querido Lauro.
Hermosos heptasílabos, compañero! Un ritmo que te lleva…
Un abrazo, Lauro!
Precioso. Un placer leerte. Saludos cordiales.
Gracias marttucca, un abrazo.
Gracias por pasar María, los versos tienen los acentos principales en la tercera y sexta sílabas.
Saludos cordiales.
Gracias Sinmi un placer tu visita.
Yo subí este otro poema con heptasílabos y tiene el acento igual que en el tuyo, en la tercera y sexta sílaba. Le dan mucha cadencia…
Saludos!
Magnifica oración ! Un abrazo Maestro Lauro !!
Gracias Jean, un saludote.