Hazme, señor, más leve
el infierno de las rutinas ciegas;
el infierno de todas esas costumbres,
que una y otra vez se repiten.
Hazme, señor, más leve,
ese purgatorio aburrido
de esos tiempos tan iguales.
Házmela, señor, más leve,
si es que alguna vez,
te viene bien y te acuerdas.
y por si de algo les sirve,
te pido señor,
que se la pongas más fácil,
a esas niñas
que hacen mujer a la fuerza;
A todos esos niños,
que sin fortuna,
tienen que andar descalzos.
Y si no es mucho pedir
piensa un poco, señor, en esta tierra,
que dicen que tú creaste
y va camino de ser…
lo que nadie quiere nombrar
por que ya huele…
eso mismo que tu piensas.
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