Paraje de Musas —Mmmm… más bien, instante— reproduciendo así la genialidad de los pequeños detalles, que le confieren esa sensación de viveza. ¡Toda una estampa! El espléndido paisaje de pinos comunes, agrestesidos, por todo ese espacio de campo abierto, el mecimiento en el aire de gruesa frescura, inmutados ante el tórrido Sol que ahora enfriece… envueltos… en la luminosidad dorada y rosicleante del atardecer tiniebléfugo que ya se descose.
La noche viene, ¡se presiente!, hay un bostezo profundo embolsando heladas jaurías úmbricas hechas de nadas, a un palmo subhorizonte.
¡Ah…! ¡Podría estar horas enteras embriagándome en este cuadro!
Chane García.
@ChaneGarcia.