Un malecón imposible donde se sortea el destino,
La primavera vive sin sol en esa espera constante,
distanciando el universo como única verdad…
hay tanta sangre de nadie, tanta conjunción de odio
y los cuerpos desmembrados por fantasmas del pasado
hablan en nombre de Dios, de Alá…mientras la muerte no espera…
Espeluzna la noticia de encender la navidad.
Como si el mundo girara al revés, no sucediendo el silencio
de paraísos cercados. La locura no pasó…
nunca fuimos más felices…dicen los arboles ciegos
mientras sus hojas se marchan a un otoño más sincero…
Callados, perfumados por el horror que no vemos…
Nuestras lenguas de serpiente repitiendo los venenos
nos elevan a los cielos… ¡paz, amor y gloria, gloria!
Dónde estará el nazareno, su madre ,tan bueno el dios…
¿En un belén, en un árbol?
Con serpentinas de sangre y guirnaldas de metralla…
Lo siento, tengo ese fuego, esa impotencia de hielo
que casi me impide amar y tragarme la verdad
va alimentado mis trueno, rayos y quiero que no despierten.
La navidad es un espacio, en el que se siente que si dios existe, debe estar lleno de maldad o por lo menos de indiferencia. Nunca he creído en nadie, que no fuera yo mismo, y hasta ahora me ha ido bien. Un saludo, comparto plenamente tu poema. Saludos.
Contemplo la paz como la comida, necesaria, sin embargo hay veces que hay que saltarse las normas, robar a los ricos…si no sería imposible alimentarnos…creo que me entiendes.
Buenas noches, soy ateo por convicción…si perteneciera a algún bloque de fe…y con lo que está lloviendo, me fusilaría tres veces al día…hacer guerras en nombre de dioses es tan bárbaro, como hacerlo en nombre de otra cosa…aunque puedo justificar alguna, como por ejemplo el hambre y creo que la ultima batalla, la de los pobres aún no ha comenzado…el día que exista un líder (difícil) , sin idearios , ni religiones y otros aditamentos …solo el hambre como bandera, el mundo puede temblar…nos íbamos a comer las bolas del árbol vuelta y vuelta…