Nunca dejes de soñar,
de volar sin cielo ni alas,
de seguir con la mirada,
de nacer y despertar,
de empezar cada mañana
sin ganas de terminar.
La vida va jorobada
por el peso de la rama
del árbol de la verdad.
Nunca dejes de luchar,
de aprovechar el momento,
de morir en el intento
para volverlo a intentar.
De sentarte a ver las olas
y escuchar las caracolas
que no se olvidan del mar.
Empezar cada mañana sin ganas de terminar
Nunca dejemos de luchar. Bello
Nunca dejaremos de volar, aunque sea en nuestros versos…
Precioso poema, en tu línea lírica y suave .
Un abrazo y buen día, Melchor!
Qué aliento dan tus letras, Melchor… gracias!
Muchas gracias Lucía por tu lectura y comentario. Saludos.
Muchas gracias Alejandra, me alegra que te guste. Saludos.
Efectivamente Pedro, hay que luchar contra la realidad y mantenerse en pie. Muchas gracias por tu tiempo. Un abrazo.
Muchas gracias María. Qué tengas también un buen día. Un abrazo.
Muchas gracias a ti Marta, por tu lectura y comentario. Me alegra muchísimo que te animen mis versos. Cuídate. Un abrazo.
Me encantó el mensaje optimista en esa tonalidad sin espejismos —Aplausos.
Muchas gracias Domingo por leer y comentar. Me alegra que te guste. Un abrazo.
hermoso poema, sus preciosos versos son consejos irrenunciables.
Abrazo
Muchas gracias Pedro. Me alegra que te guste. Un abrazo.
Me gustó tu poema reflexivo y llega en el mejor momento. Gracias por el tema.
Muchas gracias Varimar. Me alegra que te llegue en el mejor momento. Un abrazo.
Muchas gracias Paco. Efectivamente, que no decaiga. Buen día. Un abrazo.
Que bello canto a la vida tan esperanzador, poeta!!!
Muchas gracias. Me alegra que te guste. Saludos.