Nueva semana santa se avecina,
de púrpura y con lágrimas clarea,
un virus indolente la perfora;
se convierte en pasión de cristo vivo.
Ni siquiera respeta nuestras canas,
ni el candor de niñez, ni juventud,
¡Este virus es roca dura fuerte!
Invita su calvario de temor.
En la cruz de su lecho despertamos,
¿Hasta cuando veremos su vil puño?
¿A sus garras partiendo nuestros huesos?
Aciago viernes santo con el virus,
parece una película infeliz:
mi cristo y las personas, los actores.