Acaso tú, poeta,
que de silencios inundas las noches,
en esta hora oscura
espero con ardor tus versos.
En el Valhalla, paraíso
entre montañas nevadas,
comienzo una nueva canción
para este Otoño luminoso.
Las mujeres traen consigo
briznas de aire
las recogen en vientos
y al atardecer descansan.
Aquí en el Valhalla todo florece,
allí donde el Otoño se marchita,
aquí también florece,
y aguarda los versos del poeta.
Este paraíso contiene
la nada o su centro,
las verdades rotas
y sus pulsiones.
Y así llega la Noche,
con una leve llovizna,
y música de trombones
que cuentan las horas.
En noches como esta,
los poetas sueñan
sus versos
o los cantan en silencio.