No lo hago por llamar la atención, lo hago porque me duele.
Cuento los días en que mejoro, caben todos en mis dedos.
Son efímeros y mueren al instante,
como si nunca hubieran deseado nacer.
¿Cuál es el punto de una memoria? Si no duermo por las noches.
Me veo en el espejo, no soy lo que veo.
No hay identidad que me defina más que una enfermedad,
enfermedad que he adoptado como nombre.
Todos me conocen como eso, un ser inerte,
incapaz de escapar del estado taciturno.
Siempre muero y renazco, no tengo rumbo.
Hoja pálida y descolorida, un rumor lejano.
¿Cuál es el punto?
Me esfuerzo por manifestar una madurez que no poseo
y fracaso en el intento…
No me des la mano, ya no quiero tocarte, 2023