Desde mi lectura, en tus letras se evoca una imagen enigmática de un hombre en el muelle, cuya vida parece estar marcada por un largo silencio y la imposibilidad de retorno.
En el último verso, se sugiere quizás, una pérdida de la mirada, tal vez una metáfora de la pérdida de la esperanza o el sentido de la vida.
Gracias por tu atento comentario, Alejandro.
Siempre me han llamado la atención las escenas de soledad en un muelle… despedidas, añoranzas, deseos…
El final del poema puede leerse hacia el futuro: la vida ya carente de sentido, o hacia el pasado como un sentimiento de no poder recuperar algo perdido.
Al final pasado y futuro se mezclan en la inmovilidad del instante.
Laten en tus enigmáticos versos, la soledad, la lejanía del momento de la vida, quizás a veces nos sintamos así, y amarrados a un pasado viviendo un presente, poeta!!!
Qué fuerza tiene este hermoso arranque…
Me vinieron de golpe a la cabeza las imágenes de las esculturas de Bruno Catalano en el puerto de Marsella, dedicadas a los viajeros y que representan muy bien ese vacío de ninguna parte…que tú has descrito tan bien…
Me gustó mucho, atrapa…
No lo había leído y amigo, tu pluma es un delirio constante.
El poema es espectacular, las metáforas explotan en lo ojos, introduciéndonos en nosotros mismos. No hay duda, nos quedamos quietos , ingrávidos…sin saber si regresábamos o íbamos, tal vez simplemente nada y no hay retorno .
Es cierto, no recordaba esas esculturas con la maleta y el vacío dentro: impresionantes.
El viaje de la vida siempre se inicia con una pérdida y vamos acumulando más pérdidas a lo largo de la vida. Suerte que por el camino encontramos momentos y personas.
Gracias por tu compañía en mis versos.
Buena semana, María
Un hombre erecto ante la mejestuosidad del mar, proyecta una sombra desde la integridad física que trasciende a la infinitud del espíritu, pero ¿A dónde sus ojos? ¿ Que es lo que siente en el murmullo de los peces?. El mar tiene múltiples lecturas porque es inmenso, el hombre un esqueleto que ve a las chicas paseando por la playa; el mar es el vigía del hombre, el hombre vigila su sueños. —Aplauso.