La esperanza no se debe perder nunca…
Gracias, Lucía! Abrazos hasta allá.
Si, hay mucho que reflexionar en este tema, se trata de la vida en una Tierra, cada vez más inhóspita.
Gracias por tu hermoso comentario, querido amigo. Un fuerte abrazo!
Las gfracias a tí, Mari. No me canzaré de dartelas. Siempre
Abrazo
Un mal sueño que lleva camino de hacerse realidad. Yo también echo de menos a las bandadas de gorriones de mi barrio. Años atrás animaban los atardeceres con sus conciertos mientras se peleaban entre ellos por la rama más adecuada para pasar la noche. Sin aves,este mundo sería aún más triste y sombrío de lo que ya es.
Un abrazo María.
Muchas gracias, Josele!
Gracias, amiga! No quise dejarlo atrás…
Un abrazo de buenas noches!
Muy buen poema pero a la vez muy triste. En mi barrio hace cuarenta años, los atardeceres de primavera y verano eran una verdadera orquesta de trinos de golondrinas, gorriones y otros pájaros. Los cables del tendido eléctrico y los filos de los tejados se llenaban de ellos; y cuando empezaba a oscurecer salían cientos de murciélagos que revoloteaban alrededor de las farolas. También había mosquitos, pequeños saltamontes y muchas clases de pequeños insectos. Hoy, las golondrinas han desaparecido y solo se ven algunos gorriones y algunas palomas. Este año apenas hay pequeños insectos, y por consiguiente tampoco se ven apenas murciélagos. Las abejas y avispas que todos los años hacían acto de presencia tampoco se ven, y en los campos que rodean donde yo vivo han desaparecido las mariposas que antaño se podían ver bastantes. Ni siquiera he podido ver lagartijas en el río cercano, cuando hace unos años estaban por cientos, y las hormigas también brillan por su ausencia. Todo cambia, como dice la canción, pero para peor. Una verdadera pena. Ojalá esas dos golondrinas consigan traernos un nuevo renacer con esa verde ramita de esperanza. Un abrazo Maria.
Así es, tristemente! Van quedando cada vez menos…
Gracias, amigo. Abrazo fuerte, Joaquín!
Hemos desestabilizado su cadena alimenticia y el medio, y está pasando lo que tiene que pasar, que están desapareciendo. Una verdadera pena…
Gracias, amigo, por este comentario tan completo!
Por un mundo en el que impere el respeto a la naturaleza y la conservación del medio y las especies! Por eso escribí este poema.
Un abrazo, Jose! Me alegra que aparezcas de vez en cuando…
Hermoso y sentido poema en defensa de la naturaleza y la vida, @mariaprieto.
Excelente lectura.
¡¡Muchos aplausos!!
Que estadísticas tan tristes y tan reales !!!
Espero que tu poema sirva de grito para toda la humanidad y pongamos un granito de arena para cuidar y proteger a todas las aves, bueno en general a la naturaleza!!!
Hermosos trinos!!!
Abrazos,
Un himno, una elegía a esas aves que emprendieron el último vuelo, y a aquellas que resisten, aún, el embate del brutal proceder humano!
Se deja ver la pluma de tu sensibilidad y amor por la naturaleza, María!
Un abrazo de gorjeos y trinos!!
Siempre ahí, defendiendo el medio natural.
Gracias por tu lectura y comentario, Alex!
abrazo veraniego!
Pues ojalá sirviera de algo, que no lo creo, con la denuncia…me conformo.
Es triste.
Gracias por leer y comentar, Selene!
Besitos!
Hay que defenderla siempre, y tomar una serie de medidas, desde nuestro alcance, también podemos hacer algo y ya es mucho…
Gracias, querida Silvy! Me ha alegrado enormemente tu visita, amiga. Espero tus poemas de nuevo!
Abrazo fuerte!
Lamentable el trasfondo del poema, seguirán extinguiendose las golondrinas y los informes contradiciendo a Becker y ya no volveran a anidar las golondrinas ( no obscuras ni claras) al final quedará el hombre coahbitando montones de chatarra. Un poema muy significativo agregado al valor estilístico.Un gran Aplauso.
Un panorama bastante desolador… nosotros nos lo hemos buscado…entre todos.
Gracias, Ludico, por tu lectura y opinión.
Saludos para Argentina.
(Las estadísticas son de la Unión Europea, pero en los otros continentes…está pasando lo mismo. España es un sitio de paso de muchas aves migratorias desde Europa hacia África y viceversa…)
Ocurre lo mismo cono otras especies, recuerdo cuando me mudé a mi casa en Venezuela (1997), habían iguanas, ardillas y muchos pájaros que fueron desapareciendo cuando los vecinos por razones de seguridad cortaban los arboles de los espacios verdes reemplazándolos por concreto y cerámica. Se salvaron un par de Jobos que sembramos Edgar Colmenares y yo en un espacio próximo que defendimos a capa y espada, Ojala no los hayan cortado en mi ausencia. Gracias por este poema tan sentido de verdad.
Un mal sueño… del que todos querríamos despertar.
Que la vida siga abriéndose camino siempre.
Una maravilla de versos
Gracias, Gali. Que la vida siga…
Un abrazo y feliz finde!