Lentamente, inconscientemente,
seguimos y no llegamos.
Seguimos y fallamos,
llegamos y no hay salida.
Confiadamente,
no revisamos el entorno,
sabiendo, cual estorbo,
que la verdad nos intimida.
Inexorablemente,
la luz es hierro y espinas,
y no queremos caminar más.
Relativamente,
vemos la sombra del costado,
y, acostados,
sólo nos queda creer.
Vemos hierro y espinas,
porque eso proyecta la sombra
y, aunque la luz nos espera,
no queremos realmente ver.
Inspirado por mis últimas lecturas de Nietzsche y con referencias platónicas, el tema principal del poema es el conformismo como un estado de miedo, donde la verdad y la posibilidad de cambiar o progresar son evitadas y reemplazadas por vivir cómodamente pero con limitaciones. El conformismo se presenta como la creencia en la falta de capacidad de una persona y su falta de voluntad para explorar más allá de las normas y expectativas impuestas por la sociedad.
Katherine Laura