¿Qué hay tras el muro,
tras la piel del tambor que late ausente?
¿Qué caudal retiene
el aura invisible de lo nuestro?
¿Y si un día te llamo
y es tu respuesta la justicia que espero?
Sírveme en bandeja
el timbre de tus pasos
-no habrá ocaso que oscurezca
el camino al sol-.
Resbálame en las arterias
con sangre que no sepa de otros ríos
ni entienda de mares ajenos.
¡WOW! Esa justicia esperada, será las señal, que como el humo, arrastrado por los vientos pasionales envolverán tus ansías con la transparente claridad de las satisfacciones.
Me encanto tu poema, querida Walla. lleno de intuiciones y belleza
Abrazo
Claro tambor - corazón por los latidos y sí, queremos introducirnos en las venas del ser amado cuando estamos enamorados. Grandiosa analogía poeta, asi como metáforas!
Un gusto leerte, gracias