"Vuestras últimas rosas las está deshojando no sé qué desaliento. Y es que existe un otoño para todas las cosas, y el amor y la vida se nos van en el viento."
(José Ángel Buesa)
…
La noche turbia…
le llueve a la mañana. (Lluvia ácida)
Un roce leve sobre la piel
de la espalda.
La oscuridad resbala sinuosa
y su miedo
se hace susurro
en las dobleces del visillo
y las paredes en sombras.
Entre nubes, el sol.
Salgo a la luz
y trepo por el muro,
ahogando el vértigo,
en el incendio rosado y profundo
de la flor de buganvilla.
Amortiguado en el aire,
un sordo lamento de campana
enlentecida.
Respiro intensamente
y deshago
la sal de mis manos y mi boca,
humedad temblorosa
que el relente
se dejó en el alba…
Hay una rosa a medio abrir.
Breves briznas de viento
la acarician.
Dos nubes negras
se disuelven
entre los blancos jazmines
que tapizan y aroman la tapia
…y el alma.
La luz, asoma por fin a mi pupila
y se refleja en azules esmaltados.
Respiro ya
(suave)
y paseo despacio
por los rincones del ayer
en donde ya no estoy…
porque la vida, los borra.
De mí, no deja rastro,
sólo una imagen difusa
en los espejos del tiempo.
“Salgo a la luz
y trepo por el muro,
ahogando el vértigo,
en el incendio rosado y profundo
de la flor de buganvilla.
Amortiguado en el aire,
un sordo lamento de campana
enlentecida.”
Ay que belleza querida María… Gracias por compartir mi querida poeta.
Se me antoja como un poema de sombras que buscan luz.
Letras que vislumbran un viaje entre vestigios del ayer y la persistencia de lo eterno en cada respiro.
Hermosa poesía amiga poetisa.
Respiro ya
(suave)
y paseo despacio
por los rincones del ayer
en donde ya no estoy…
porque la vida, los borra.
De mí, no deja rastro,
sólo una imagen difusa
en los espejos del tiempo.
Me encanta tu universo de colores y agujeros, de cielos y de losas, de amores y recelos… y me chifla la cita de José Ángel Buesa, la echo en la cesta de las musas.
Bonito cuadro el que has pintado con tus palabras, María. La luz del día que se va imponiendo poco a poco a la oscuridad, y con ella vuelve la calidez al espíritu. Me ha gustado mucho el poema en general, y estos tres versos en particular, que te sacan del cuadro… Una observadora privilegiada, dibujando trazos de esa belleza:
A veces los espíritus se asoman a la poesía y dejan su huella indeleble. Un gran poema a la vez que sutil, hermosamente grandioso, en su pequeñez y rotundo en su despertar a los sentidos.
Me ha hecho pensar en lo que podría experimentar una salamanquesa, encaramada a una pared encalada, en una noche de verano.
De lo mejor que te he leído, tiene alma y espiritualidad.
Tienen tu color las buganvillas y tu palabra vuela en su aroma, aunque la lluvia no vuelva a caer, sobre la arcilla bebe una blanca paloma.
Aplausos Maria, te quedó hermoso.