La desazón en su punto,
carcomiendo las entrañas
sin dejar algún souvenir
a pedir de boca.
¿No es extraño hacerse
preguntas en tercera
persona?
Las respuestas divagan
en el aire,
vuelan como pájaros
sin hogar y ley.
El poema se queda corto, no hay poesía que soporte tanto dolor sin derramar una lágrima… No existen poetas tristes ni felices, solo existen poetas. Poetas que sienten, y plasman su existencia en versos de supervivencia.
La alegría nace desde la panza,
como una droga
llega a su desembocadura;
a una tez fría y una sonrisa
dentro de las pupilas.
¿Acaso la felicidad no es
pasajera, que cambia
de trayecto antes de llegar
a su destino?
Quizá el rumbo de esta historia
está perdido,
quizá no hay maniobras
que logren acoplar
los versos afligidos
en rimas decantadas.
Es probable que tropezemos con la dificultad de adivinar el sentir del poeta en su rostro, si la poesía lo envuelve.
Felicidad o tristeza?
Sólo estamos seguros de que es un poeta.
Bellos versos!
Profundo y reflexivo poema!
Abrazos cariñosos, Jessica!
Tu poesía, creería,soporta todo tu dolor y lo canaliza,o transforma! Poesía es también alquimia…eso siento en estos versos, que expresan mucho!!Un abrazo,compañera!!