Poco importa que nadie me comprenda
cuando no busco fama ni fortuna,
si manco anduve sin soltar ni prenda
antes de que saliera de la cuna.
Porque hacer no podían otra cosa,
mis ojos observaban y callaban,
huyendo de cavar la propia fosa
mientras tanto mis versos rezongaban.
Hoy los días se pasan ya volando
temiendo ver llegar los temporales,
que están con mis principios acabando
ya sean evidentes o morales.
Que hoy día toda ética depende
de quien con arte y corazón la vende.