Yo después del aguacero
que puso en mi patio el río,
supe que sentía frío
el caballo en el potrero.
Descubrí que en el lindero
la cerca estaba caída
y en un rincón escondida
vi que mi niñez lloraba,
porque el río se llevaba
tu niñez en la crecida.
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Gracias, por sus me gusta.
Muy bonito y rítmico poema! Saludos.
Ve54
5
Cuanta nostalgia, amiga.
Muy bello.
Hermano de Letras.
Te agradezco que coopartas este bello poema!!
Un beso
Gracias, hermana Amalia. Un abrazo desde Cuba.
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