Se denota un vacio
al costado del tiempo,
como un hueco violento
que todo se lo traga.
Como una aguda daga
perfora la existencia,
y no hay clarividencia
que resuelva el evento.
En una gran carrera
la vida se va yendo.
Cada paso que damos
nos empuja a la tumba.
Y es tan inevitable
no seguir existiendo.
Ración para gusanos
cuando el cuerpo sucumba.
Si pudiera lanzarle
al guionista mis quejas,
como Augusto a Unamuno
escupir mis verdades…
Y volver a mi casa
con dolor de cabeza,
para morir después
de una cena abundante,
y hasta el perro jadeante
enfermo de tristeza,
se muera al otro día
a los pies de la cama.
Oh, Marcos! Pues yo estuve barajando esta novela para escribir el poema y luego, me decidí por otra. Muy bueno tu poema, refleja bien esa niebla densa de la existencia que sobrevuela en la novela de Unamuno.
¡¡Muchas gracias por participar en el reto, compañero!! Feliz día del Libro.
Hola María!!
Qué gusto me da que haya sido de tu agrado.
Es una felíz coincidencia que a ambos se nos haya ocurrido esta hermosa novela para nuestra poesía.
Don Miguel está presente en este Día del Libro.
Gran abrazo y felíz día del Libro para ti tambien!!