Un estruendo silencioso,
una ola seca contra el acantilado,
el verso se desgrana en la cintura
impávido ante la marea tibia,
la piel tragándose la negra tinta
borracha de palabras inmortales,
una cicatriz dibujada sobre el aire
cuyo significado es insondable,
vuelto a nacer en la trémula carne
lleva un nombre desaparecido,
subido a estandartes de una lucha
de los que jamas fueron vencidos.
Bellos versos decoran tu poema
Gracias Alejandro. Un abrazo.
Desgarrador. Sin medias tintas, como corresponde a una viz libre.
Un abrazo, compañero.
Corrijo “una VOZ”
Geniales versos, muchas felicidades poeta
Saludos
Mil gracias querida amiga. Como dijo nuestro libertador “seamos libres lo demás no importa nada”. Un abrazo.
Impactantes versos.
Muy bueno!
Gracias compañera. Saludos.
Me alegra que te guste Muss. Gracias por pasar.
Estos versos me transportan a un lugar que no es lugar
Gracias compañero por tu comentario. Saludos
Ni olvido, no perdón…El título ya es un poema. Directo y tangible . Excelente
Magníficos versos, Juan Carlos!
Agradezco tu comentario, gracias por pasar por aquí. Saludos.
Como siempre mil gracias María, compañera.
Versos intensos. Felicidades.
Abrazos. Feliz Lunes.
Mil gracias compañero. Saludos
Abrazos, igualmente.