Ni en otra vida

Juro que no tuve mejor maestro
que me enseñara a amar como lo hice.
Juro que no conocí a nadie más generoso,
con tanto abrazo en el tintero.
No supe de miradas de lienzo en blanco
hasta que tropecé en ti.
No, no hay manos tan llenas de vida,
ni sueños tan grandes como gigantes,
ni noches tan cálidas en tu regazo.

Tan solo quedan las heladas de invierno
que se quedan a vivir en mi,
la búsqueda incesable de tus ojos en cada poro.
Nada comparable a ti.

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Precioso cierre para un hermoso poema.

Saludos.

Realmente, hay cosas que no pueden compararse.
Lindos versos. Saludos

Precioso poema! Saludos.

Rompe el alma, precioso🤗