Cuánto me gustas
cuando adormeces la brisa en tu aliento,
beberla como un resucitado,
los haces de luz de tu par de vitrales
iluminando mi templo
donde vuela atrapada la última paloma,
la filigrana con que está hecha tu alma.
Pero ¡ay!
en la anarquía de nuestra carne
donde vienen a su encuentro
todo cuanto añora desahogo
¡cuánto me gusta!
Respirarte flamas en el cuello,
crepitarte agitados susurros al oído,
las lenguas de mis manos
paladeando tu espalda,
clavarme,
en la combadura de tu horizonte
como un sol que penetra en la tarde
entre los mares resbaladizos de tus muslos.
Levantar ciclones de caricias,
marejadas de besos
que arrasen piel arriba,
trepándote en espuma y sal
esas dos lomas carnosas,
encallar mi barco suave,
-suavecito-
en la bahía de tu cadera
con chasquidos tenues
de ola desfallecida,
convulsa,
golpeándome la proa.
Cuando el mar queda en calma
tras la tormenta de nuestros cuerpos
y la brisa se adormece en tu aliento
¡Cuánto me gustas!
Pero, bueno… Qué belleza de poema, Jesús.
Eso se llama entrar de puntillas y salir galopando.
Desde la brisa de tu aliento hasta los mares resbaladizos de tus muslos hay un mundo de ternura, amor, pasión y erotismo que atrapa.
Mi enhorabuena por este escrito, amigo
Que hermosa singladura por el gran Océano del Amor nos describes en este bellísimo poema.
¡Vaya tempestad de emociones, erotismo y ternura…!
Encantado de leerte Javier.
Un abrazo.
Magnífico @JDuque, me refiero a esa distribución tripartita de tres mundos que son afines, pero al mismo tiempo disociados como lo son, el mundo del cuerpo,el mundo de eros y el mundo poetologico. En ellos el poeta entrelaza los códigos, unos transgreden otros confirman pero ninguno deroga. Teniendo en cuenta, que el cuerpo es mundo, y los mundos tienen mares y los mares no se pueden derogar. Pero el mundo del cuerpo es capaz de derogar el mundo de eros en la decrepitud del cuerpo, paralelamente, con la
decrepitud del cuerpo, se expande el mundo poetologico, que en si lleva inmerso en sus mares, el mundo de eros. En esa reagrupación, pareciera existir una asociación, pero no, los mundos siguen disociados porque son extraídos de la memoria como un acto o acción regenerativa de universos por separado. !Aplausos para el duque de Guadalajara.¡