Estos maderos flotan sobre el viento
después de un naufragio nuevo
astillados mástiles heridos y viejos
cansados bajo el sol y el tiempo.
Dejando una estela de restos de una vida
que se hunde poco a poco a la deriva
dormirán mansos en un pasado de arena
soñando que quizás vuelvan a izar las velas.
Ya no anhelan arrojarse a tierra alguna
este vasto mar de horas es un cauce
donde bañarse solitario bajo la luna
y aguardar un puerto donde anclarse.