A
Ofreciendo sus manos con premura
a nuestra mente acude la esperanza,
ojalá a nuestro lado la balanza
solidaria se incline por ventura.
Porque nadie un favor nos asegura
mientras creciendo va la desconfianza,
e incluso un sentimiento de añoranza
justo nos debilita la armadura.
Porque nacer nacimos sin avales
cuesta garantizar un paraíso
en un mundo que marcha a la deriva,
donde no somos por desgracia iguales
aunque ayude a pensar por compromiso
que a quien lo crea hoy a vivir motiva.