En la lejanía escucho una voz,
pero no es una voz humana,
es un canto dulce de sirenas
que resuenan en mi alma solitaria.
Melodioso néctar que habla de amor
acariciando mi alma nostálgica.
Una vaga sensación de ensueño
donde lo ficticio quiere ser realidad.
Me despierto, sí, todo fue un sueño,
pero mi espíritu siente ese arrullo
que es un abrazo cálido y reconfortante.
Murmullo seductor que fascina mi ser.
Marcela Barrientos 25/02/2023
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Un poema cuan hermoso viaje de ensueño y nostalgia.
Maravillosas esas imágenes evocadoras que tocan el alma.
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Entre la realidad y la fantasía llegan tus versos en forma de murmullo que seducen y tocan las fibras más profundas del ser. Bellísimo poema. Felicidades
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Muchas gracias Alejandro por tu comentario. Siempre tan nostalgiosa.
Un abrazo.
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El límite de lo real y el sueño. Gracias Sinmi.
Un abrazo.
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