Serpentea la brisa
en la rubia calavera
de agua y de tierra.
En los brazos de carbón
de cerveza y ron
nace el tulipán
con la caricia del sol.
Entre canales de lágrimas
aplaude a raudales la vida
de mujeres y hombres
que habitaron sus orillas.
De idiomas dispares
sueños horizontales
emigrantes de viento y espuma
por la fértil tierra se escurre
verde la añoranza
de un amor sin tetas
y vientre de porcelana
amarrada a una vela
de tempestades y grandeza
¡grita, Holanda grita!
Entre ovejas y vacas
dos palmos de tierra
y un canal de agua
alza el pirata la vista
con mueca de plena sonrisa
para sentir por toda la costa
gigantes de viva esperanza
quijotes de aspa mojada
de talla, tallada y refinada
que luchan incesantemente
contra el agua.
¡ Molinos de la bella Holanda!