Huye,
despavorida de los engaños
que alimentan los días.
Estaré presente en el funeral
de aquel recuerdo que no me deja olvidar.
Y sigo…
con las maletas llenas de recuerdos oxidados y la falta de oxígeno en la piel;
un viejo carente de amor, me dijo una vez:
No puedo entregar amor; yo ya dejé de amar.
Un día como hoy…
el recuerdo viene a mí, sentada bajo las olas del río de mis lágrimas, anhelando; un beso, un beso que viaje desde el espacio y abrace mi soledad.
La despedida…
el café amargo, el cigarrillo ahogado en una taza de cenizas, bañado de amargura; desolado.
Y se va… en la despedida de un alma; de esa alma atada al dolor y la miseria.
Esto fue superlativo. Puede que sea un funeral de asistencia masiva.
No olvidarse de olvidar, querida Ivka.
Cada poema que nos regalas está cargado de ternura, osadía, frescura, ímpetu.
Generas mucho. Brindo por ello. Abrazo profundo.
Es un placer verte por aquí @Minada
Espero que te esté yendo increíble, ojalá todo vaya de maravilla.
Muchas gracias por visitarme y comentar.
A todos muchas veces nos hace falta un abrazo sincero y de mucho amor.
Bueno, quizás van a llegar más tarde esos abrazos.
Mientras yo te envío un gran abrazo llenito de cariño.