(Micro relato)
—Tus ojos son mi vida. Lo sabes. -–Dijo él.
–– ¿Y si fueran de otro color?
-–No me hubiera enamorado de ti.
-–Tengo otros atributos. Me gustaría que te interesaran, como a mí los tuyos.
-–Me importan, pero sin tu mirada… no.
Al despedirse, mientras ella sonreía compungida, él le secó dos lágrimas y la besó…
-–Regreso pronto.
Al retornar días después le dijo el vecino:
-–Luis, Ana se marchó. Dejó este sobre para ti.
-– ¿Cuándo…, para dónde?
-–El mismo día de tu partida, no dejó dirección.
Contrariado Luis rasgó el sobre y leyó:
“En el estuchito está tu vida” …. Puedo vivir sin ellos.
¡Los míos son grises!”
@Saltamontes (6/10/2019)