Este viejo pupitre
se ha cansado de mi…
Se ha cansado de versos,
de palabras y letras
que he arañado en su cuerpo,
cansado de las horas
algunas mal gastadas
y de eternas madrugadas.
Amigo del silencio,
compañero de un viaje
que no tiene retorno.
Permanecen aún
las huellas en su piel,
de estrofas olvidadas
de cuentos malheridos,
de ese rincón absurdo
donde muchas miserias
de mi mente agonizan
ya no quiere ser parte
de mi duelo constante…
Escribiré en el aire
porque ya no me atrevo
a confesar mi alma.
Mis voces, mis locuras,
mis miedos, mis anhelos,
mis horas y mis sueños,
lágrimas y hasta risas
…
los quemaré en la hoguera
de esa noble madera
de mi viejo pupitre…
soporte de mi aliento,
soporte de un ayer
que ya ha olvidado el tiempo