Hay un rincón al sur
donde se respira sal,
de claridad plateada,
en calma el mar,
unido en línea al cielo.
Asomada a la Bahía,
Cádiz saluda a Puerto Real,
al Puerto de Santa María,
a Rota y a San Fernando,
y desde allí, desde La Isla,
otro rincón, más chiquito…
donde soñar se permite,
si te sientas en La Cantina del Titi,
Bar Bartolo que le llaman,
en La Casería…
y ves llegar las barquitas
con la pesca
y ves cómo la descargan
y pruebas los boquerones,
con las papas aliñás
mientras charlas con los pescadores.
No tiene precio
disfrutar sólo un momento
en ese rincón chiquito
donde el tiempo no existe,
donde se remata el arte,
nublado o despejado,
escuchando el tímido abordaje
del imperceptible oleaje
y entre tanto
un cante se te clava
como una puesta de sol
que nunca acaba…