Me despierto muy temprano para ir al trabajo.
Cuando todavía la ciudad dormita, y las calles se asemejan a las de una cinta de Amenábar.
Soy yo entonces el actor principal, que anda rodando por las aceras, en mi noche americana.
Tengo bien aprendido el guion del personaje mediocre y poco social.
Son más fáciles de memorizar los diálogos cuando conversas contigo mismo.
Aunque me gusta pasar inadvertido, me persigue la luz de las farolas, como el foco al premiado en la gala de los Goya.
No me importa ser famoso durante un rato.
Pero solo si me dirige Amenábar y eres tú, la chica de la peli.
Me recordaste al “Más cine, por favor”, de Aute. Tienes un estilo tan definido y particular que aun sin tu firma, se te podría atribuir fácilmente esta prosa tan cojonuda. Un abrazo, @carlosniano .
Me he visto en tus palabras… A veces pasa, nos gusta que no nos vean demasiado. Pero, cuando aparece alguien por quien queremos ser vistos, la grata invisibilidad se convierte en tortura.
Muy buena prosa poética, carlosniano. La disfruté la leerla y sentirme como protagonista.
Pero…, me hubiera gustado más no leer después la descripción de wikipediade la noche americana.
Me paso lo mismo cuando leí por primera vez: <El Tábano> que mi hizo hasta llorar en algunas escenas de la obra…, porque mucho después, al ver la película, se quedó chiquita respecto a cómo viví su lectura.
Es solo un comentario.
me gustó el poema.
Abrazo
Gracias por tu sincero comentario amigo Pedro.
Lo hice con la intención de que se conociera el concepto de noche americana. Pero puede que tengas razón y enturbie un poca la lectura del texto protagonista.
Lo tendré en cuenta para futuras ocasiones.
Un abrazo grande.
Las gracias atí, .carlos.
Por experiencia de conversaciones con muchos lectores de todo tipo, a la mayoría nos gusta descubrir e imaginar lo que se nos quier decir y sacar nuestras porpias conclusiones. Eso ayuda a los escritores y poetas, adquieren más valor sus obnras. Es mi modo de ver las cosas.
Abrazo