Veo caminos
llenos de tierra, rocas, follaje…
¿Qué más da?
Si mientras enseño a otros a caminar,
he perdido mi rumbo
sin entender que mi cuento
es ahora una realidad.
He olvidado cómo ser el personaje principal
que no huye ni mira atrás,
combate en el presente
y lucha por un futuro ideal.
Quizás no soy el héroe
con el que todos nos atrevemos a soñar.
Soy diferente, único y especial.
Me cansé de esperar,
decidí dejar de recorrer un río
del cual yo ya sabía el final.
Le di una oportunidad a ese charco,
al que todos veían
y no dudaban en pisar.
Puede que mi sendero
no sea fácil,
pero lo construiré
sin dejar por el camino a nadie.