Hay hombres, que se quedan merodeando en los octubres y caminan sigilosos, regalando sus besos y batiendo pañuelos en la alberca. Hay hombres, que echan a volar las golondrinas y acarician la cara cuando lloras, en medio de tormentas torrenciales. Pareciera que vuelan; aterrizan en la espalda, invaden los espacios, la grada, los recuerdos y sanan las heridas sin tocarlas. Hay hombres que se quedan, haciéndote creer que París es ahora y esperan al alba con los ojos cerrados. Inventan palabras como suyas y repiten te amo, sin miedo de decirlo. Hay hombres que tienen el don de recordarnos a qué sabe el mar y dejan un poco de sal entre los dedos.
Ahh que bella descripción del amor en tantas facetas y tantos rostros, con tu innegable sabor melancólico, pero así es la grandeza del amor, poeta!!!
Hay hombres y mujeres siempre a nuestro lado, invisibles…
Un abrazo Lucía.
Andrés.
Muy hermosa composición lírica, evocando las sales de la memoria!
Ah! Qué belleza!
Se llama sensibilidad… Y con ella cada instante se vuelve mágico e irrepetible.
Mi querida poeta, qué bueno que te emocionen mis letras; gracias inmensas por siempre estar aquí. Un abrazo y admiración porque tu bella obra, igualmente me emociona. Un abrazo.
Gracias mi querida poeta, por estar en mis letras. Recibe mi abrazo poético.
Me encanta!!
Me encantó todo. El inicio y el final son una maravilla.
Una maravilla de prosa Lucía.
Mis aplausos.
Precioso. Gracias por todos esos hombres.
Un cordial saludo
Muy amable por pasar a leerme, poeta.
Gracias por pasarte por mis letras, poeta.
Feliz domingo!
Gracias poeta, por venir a mis letras. Un abrazo.
Uff maravilloso, sobretodo el final. Me fascinó. Saludos poéticos.
Gracias poeta, por pasar y comentar. Un abrazo.
Gracias, querido poeta por leerme y comentar. Un abrazo.
Gracias, poeta.
Gracias por pasar a leerme.