Este secreto llanto que he dejado
en el juguete, roto, de la noche
se empeña en recordarme que este broche
de encendida esperanza se ha cerrado.
La máquina del miedo, en ese lado
de la niebla que esconde ese derroche,
insondable, de luz como un reproche
indeciso del tiempo despojado.
Se adensa en los rosales la espantosa
querencia de la nada donde posa
la mañana su rito más perverso.
La obstinada presencia de la dicha,
el nervio que se jacta, desdichada
memoria que no alcanzo con mi verso.
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Gracias. Sea por la memoria. Un saludo.
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Esa memoria que nos golpea con recuerdos de tiempos dichosos desbordan el canto de tu doloroso soneto, poeta!!! Saludos!!!
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Gracias por tu comentario.siempre tan acertado. Saludos.
¡Hay sucesos inolvidables! Como si todas las penas se juntaran. Y es tanto el peso que me arrodillo.
Leerle me ha permitido recordar, alguno de aquellos sucesos, con lágrima, enjuagándola con sonrisa.
¡Muy grato!
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Gracias por tu comentario. Me alegro que mis versos hayan hecho brotar esas sensaciones. Un saludo.
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¡Amo los sonetos!
El tuyo es maravilloso en estructura y contenido.
¡De corazón, te aplaudo!
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Muchas gracias. Me alegro que te haya gustado. Saludos.
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Ya te dije que escribes sonetos de otro nivel, una delicia leerte poeta.
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Gracias por leer mis versos con esa dedicación . Un saludo.
Precioso soneto. Felicidades!
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Gracias. Me alegro que te guste. Un saludo.
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