En la noche próxima
el horizonte se funde
en brillos y colores propios,
melancolía crepuscular
en instantes de adoración
y en soledad se confiesa
que en la vida hay recuerdos
aún latentes amarrados a la orilla
de un mar que los vió parir.
Es la senda del pasado
kilómetros de arrugas
viejos ahelos
marchitos en la arena
cristales de sal
ayeres de dulces deseos
hoy lágrimas vencidas
que tras el soplo de un suspiro
son bañadas en salitre.
Bajo mis pies
la densa espuma
burbujea en sepia
mis recuerdos.
Luego trasado
desde el balcón
todos mis quejidos
a tinta sobre papel.
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melancolía crepuscular
. . . recuerdos
aún latentes amarrados a la orilla
de un mar que los vió parir
Es la senda del pasado
kilómetros de arrugas
cristales de sal
ayeres de dulces deseos
hoy lágrimas vencidas
todos mis quejidos
a tinta sobre papel.
Uffff… maravilloso poema… se respira y se transpira su honda nostalgia. Gusto de leerte poetisa.
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Gracas querido Alejandro,
son momentos nostálgicos a la orilla del mar.
Un abrazo.

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Me encanta. Sobre todo esta estrofa. En sepia, como las fotografías antiguas.
Qué original…

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Un poema con esencia y grandeza de mar, entonces el encuentro con la melancolia se hace belleza en frágiles y diminutas partículas de azul. Aplaudo.+
Un gran poema , bello en construcción y sentimiento.
Saludos
Mucha gracias por tomar lectura. Un abrazo 
muchas gracias! Un placer recibirte.
Asi es una imagen como fotos del pasado en tono sepia.


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