A veces me olvido de mirar hacia arriba
de torcer el cuello, respirar profundo,
de olvidar lo cotidiano;
de pensar en el presente,
el cual se escapa
segundo tras segundo
A veces me olvido de andar liviano,
de mirar al frente,
de tirar la capa,
de lanzar todas las piedras
del globo aerostático.
De olvidar lo que no siento,
de estar en el trampolín
de la quietud
y aún así ser errático
A veces me olvido del tiempo
y no pienso en el trajín
de permanecer estático
¡Todo el poema es una delicia!
Pero estos tres versos son como una poderosa llamada de atención.
Me siento muy identificada.
¡El final también me encanto!
Recibe mis aplausos.
(Sigo sin saber como citar 2 partes de un poema en un mismo cometario)
Certeras y osadas reflexiones!El presente se escurre como arena de oro entre los dedos de nuestro olvido…Muy buen escrito,@tomasmatar!!Un cordial saludo!!