Y desnuda la boca,
sus palabras
tan quebradizas,
sin remitente
ni destinatario,
se derrumban
y se pierden
por los anales del tiempo
apagándose sus alientos
Palabras
y más palabras
que se pronuncian
en millones de labios,
abonando
con semillas de versos
al verbo “Amar”,
tan fructíferas en sus letras
tan fértiles en su burbuja
como baldías,
tantas veces
al afrontar la intemperie,
preguntándose
por el abrigo
de esas manos,
tal vez, tuyas
o quizás, mías
que no hacen poesía
labrando la piel
con surcos de caricias
abordándonos
como un dolor prefabricado,
como un dolor artificial
que nos delata
a cada uno
con esa “mea culpa”
Hermoso, como todos tus poemas!!! Bellas metáforas encuentro en tu escrito.
“Y desnuda la boca,
sus palabras
tan quebradizas,
sin remitente
ni destinatario,
se derrumban
y se pierden
por los anales del tiempo
apagándose sus alientos”
Que hermoso este tu “Mea culpa", gran acto de humildad que reflejan cada uno de estos versos, donde cada uno de nosotros debereíamos entonar de vez en cuando este mea culpa.
Me encantó todo tu poema Ana María.
Muchas gracias por acompañarme con tus alicientes comentarios, me alegra que creas en esa pequeña magia que nos brindan las palabras y sus sentimientos, brindemos por la poesía
Muchas gracias poeta, por tu atenta y sabia lectura, así es, no siempre la culpa del fracaso en una relación es del otro, a veces nos tenemos que leer a nosotros mismos y asumir nuestra parte de responsabilidad,!!!
Confesión que nos atañe a todos lo que usufructuamos el verbo amar:
《Por tal culpa aqui yacen solamente,
Y el castigo es deseo sin esperanza,
Piadosa remisión del inocente.
Gran dolor rn el pecho se abalanza,
Al hallar en el limbo tanta gente》D.A.
Aplausos.