Me sobra la primavera (reflejos)

Llegó la primavera y amanecí en soledad,
reflexionando acerca del vacío,
recordando que los huecos entre líneas no existen,
sólo los rellena la literatura.

Me levanté de la cama con la única intención de posar mis pies sobre el frío porcelánico,
un rallo de sol destaca en la pared al final del pasillo,
doy los buenos días y nadie contesta.

Nunca has necesitado mi vacío para llenar el tuyo,
y por ese motivo necesitabas rellenar mis huecos entre líneas,
subrayando tus impresiones,
recreando mi bondad y mi valor,
perfeccionando mis torpes letras.

Hacerme atractivo era lo que te hacía tan atractiva.
Tus sinceras mentiras me hicieron creerme destinado a ser feliz.
Sentimos que éramos iguales, la razón acabó destrozándonos.
Creí que serías suficiente, olvidé que nada nunca lo es.

Y vuelvo a abandonarme a mi carácter destructivo,
a ser el hombre anciano obsesionado con un final sin sentido,
a recordar que no debería tirar de la cuerda,
a sentir que mis pensamientos flotan en alcohol,
a echarte de menos sólo para que puedas volver y echarte de más.

Los héroes sólo viven en la literatura, la vida es demasiado larga.
No quiero que vuelvas a esperar nada de mí,
no volveré a secar tus lágrimas.
Déjame ahora y vuelve en verano.

Seré más sabio,
la luz conquistará las paredes y se reflejará en tus ojos,
no habrá sábanas ni donde escondernos,
volveré a ser un niño,
estudiaré tus largas pestañas,
tus ojos redondos,
tus perfectas lágrimas.

Respiraremos abrazados las últimas partículas de oxígeno,
maravillados, absortos en la lluvia de meteoritos,
nos pasaremos el día entero en la cama,
esperando que el final del día
y el inicio de un nuevo mundo.

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