Regreso con mi rostro lapidado
por tus palabras
– meestásponiendoincómodo -.
Antepuse mi pretérito ante tu ausencia
tu calvicie de frío y error;
Antemiré una estocada de espada contra el muro
y sin palabras fui arrancado de la redondez;
Antequise el horror de saber (se) vivo y mentí
qué duro es el alambre por el cual se pasa
sin consideraciones a la vida;
Anteayer no pretendía alguna ternura ni vuelo
supe abandonar una violeta rara vez masticada;
Antebrazo y antedía y antenoche: consideraciones esqueléticas
para abordar a alguien a través de una vocal;
Antecristo que tu piel y boca persiguieron el camino
del bosque surge el graznido de las perlas;
Antecosta, boca abajo, en pleno páramo militar
salió de mí lo absurdo: jamás fui adolescente;
Antehistórico es la soledad antes de comulgar un cuerpo
asciendes o asciendo yo al paraíso de agua;
Anteúltimo la yema; anteúltimo el Isaac; anteúltimo la S.
