Me edifico,
pudriéndome entre horas
que mientras mueren
con sus botas puestas,
resucitan
alentando sus pasos
y sin embargo,
aquí, continuo
después de los entierros
con sus puñados de tierra,
deslizándose por mis pies
huyendo sin huir
ni de ti, ni de mí
Me edifico,
entre absurdas murallas
ante los frentes del mundo
y sin embargo,
para ti
me trasparento
en pecaminosa arcilla
tan frágil,
tan huérfana
que me desconcharía
si me rozará
tibiamente,
el yema de tu universo
Me edifico,
recortando verbos
con los llantos
de sus conjugaciones
en primera persona
allí, en el alud de mi alma
y sin embargo
aquí continuo,
después de las avalanchas
olvidando sin olvidarme
ni de ti, ni de mí
“Me edifico,
recortando verbos
con los llantos
de sus conjugaciones
en primera persona
allí, en el alud de mi alma
y sin embargo
aquí continuo,
después de las avalanchas
olvidando sin olvidarme
ni de ti, ni de mí”
Hermoso poema cargado de lirismo y cierta dosis de resiliencia. Me encantó, @Minada. ¡Abrazo!
Versos llenos de vitalidad que fortalecen el ánimo del ser ante las vicisitudes de la vida. ¡Profundo y significativo tu lindo poema! Abrazos cariñosos, querida Ana María
No hay olvido, nos vamos construyendo gracia a que apartamos aquello que nos dolió y le ponemos una gran barrera, pero sigue estando ahí, es nuestro pasado, somos nosotros. Precioso♥️
Que comentario más bello y sabio, es cierto somos nosotros por mucho que sea nuestro pasado y nos haya dolido, me ha encantado tu profunda mirada, poeta, muchas gracias!!!
Muchas gracias amiga por tu bella lectura, me alegro que te gustara esta edificación!!!
Pd. Perdona que contesté un poco tarde he estado un poco liada en el trabajo, siento lo de tu tío en estas situaciones tan trágicas que estamos viviendo y que tu ánimo no sea el más centrado para escribir, espero que poco a poco recuperes tu alegría que te caracteriza, un fuerte abrazo desde la distancia