Las veces que hemos estado
profundamente solos
a distancia de un codo
¡no sabes cómo te he extrañado!
una soledad de lavarse los dientes
sin mirar al espejo
una soledad de calcetín sin par
de dedo meñique escurridizo
una ventana que empaña por fuera.
No te lo he dicho, pero me duele
y no te culpo.
Los dolores se juntan
se atochan como las compras en la cinta del
supermercado
y me duelen dolores que no son tuyos
son dolores con elevación a potencia
y, la verdad -lo sabes-, yo no entiendo matemáticas…
Me alejo de ti galopando en mis pasos, generando el
mayor de los ruidos
me clasifico al interior de alguna de mis obsesiones
le pongo nombrecitos a los condimentos
un gorro de lana a la suculenta
me palpitan unas sugerencias tristes que no quiero
contarte…
No sabes cómo quisiera correr hacia ti
como se corre a un balancín
al llegar al parque,
mi breve y hermoso, ser humano…