Me duele el alma

Me duele el alma,
decía el vagabundo,
me encuentro solo.

Te estremeciste,
oyendo sus palabras,
sin darte cuenta.

Y aquel dolor
bebiste de su cáliz.
Lo hiciste tuyo.

Todos vagamos
por tierras y fronteras
buscando un algo.

Algo que alegre
al alma tan inquieta
que está en nosotros.

Pero se escurre,
se oculta y se transforma
lo que buscamos.

Por eso el alma
camina, dolorida,
y el corazón.

Fallan las fuerzas,
flaquean los sentidos.
Todo da igual.

Así que el grito
que escucho, al vagabundo,
lo hago mío.

Rafael Sánchez Ortega ©
27/07/21

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Precioso Rafael. :clap::clap:

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Gracias Marta.

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Hermoso poema! Ese estado del alma lo sufrimos alguna vez, pero hay reponerse.
Un abrazo, Rafael.

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Gracias por tus palabras, María Prieto.
Un abrazo.

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