Nos sobran ahora las horas y los caminos,
Los ríos de sudor o los gritos y las estampidas en el suelo;
No son las mismas líneas que dibuje de ti, sobre la cama
Ni son las mismas, las razones que tenía para no ir a trabajar.
Ya sé, que la vida y la habitación dan muchas vueltas
Que el sol no entra por las mismas ventanas,
Y que mi manera de escribirte en los ojos esta pasada de moda.
Y tú, ¿ahora en qué lado de la cama duermes?
¿Cómo escoges con que lluvia mojarte el cabello?
O cual es la razón de la semana para esperar al cartero.
Ya sé, que mi vida ha dado muchísimas vueltas – la mayoría ya sin ti –
Y que le he cambiado el color a la casa varias veces, buscando el tono de tu piel
La luz perfecta en las ventanas contra los rincones,
Los sonidos escondidos y las horas que ahora me sobran.
Ahora se, - y tú debes imaginártelo también –
Que es momento de romperlo todo y cerrar los ojos,
De abrirse a nuevos aires y habitar en otra casa;
De acostumbrarme a la idea de caerme de la cama sin toparme contigo,
A inhalar aromas de café sin compañía,
A dibujarle otro mapa a esta vida que nos toca.