A todos aquellos que se ceban con los errores, y nunca aprecian las mil y unas cosas que hacemos bien las personas.
Mata al perro.
Y todos…
no faltará ninguno
acudirán
para partirte
el alma
en mil pedazos.
Pero …
¿ Y las veces
que sólo estabas tú,
para dar de comer
al perro hambriento?
Sólo
él y tú,
sabréis como son las cosas.
No esperes nada más
sólo el silencio.